Deslave
Esta pena húmeda y helada
que gotea distraída mis cavernas,
va filtrando mis viejas convicciones
convertidas en lluvia pertinaz,
que horadando empecinada las heridas
me desangra de aguas rojas no confesas,
en los diques del miedo contenidas
por las manos tan llagadas, pero vivas.
Esta pena sorprendida en el deshielo
ya me arrastra erguida y desatada,
dando gritos al deslave repentino
en la arcilla removida que se rinde,
ante el llanto perenne de los míos
de justicia endurecida y asesina
que se estalla en el tiempo que no queda,
recogiendo cada lágrima hecha granizo.