Aramusa28

Sobre Arte y algunas de sus manifestaciones

Archivar para el mes “octubre, 2011”

Al ritmo de este son


El tambor,
purun pun pun
purun pun pun,
el tambor.
Marcha de huesos
vacíos,
pies de raíces cortadas,
purun pun pun,
purun pun pun,
el tambor.
Puños crispados,
inválidos brazos;
La consigna.
Purun pun pun
purun pun pun,
los disfraces, el temblor;
Purun pun pun
purun pun pun,
el tambor.
Diario suicidio,
venda raída
purun pun pun
purun pun pun,
crujiente boca,
nube,humo,
purun pun pun
purun pun pun,
el tambor,el temblor
purun pun pun.
Telarañas de Falopio
Purun pun pun
Sordera, mueca,
purun pun pun
purun pun pun
purun pun pun,
La Ira.  

               @na

El estigma y su catarsis


Dejen tranquila mi mente, no la quieran arreglar,
esa así, soy yo, si la cambian ya yo no estoy.
Sé que es diferente y confusa, para los de plano sentir,
no es nada manipulable y como potro cerrero cuando la quieren cercar,
se desboca en valles libres, dando coces a  ideas negras, que se atrevan a pasar
.
Dejen tranquila mi mente, no la quieran arreglar,
allí  yo tengo guardados, en nuececita de oro,
todos aquellos recuerdos, que no me quiero olvidar.
En esa,  mi mente, la de aparente desorden,
tengo guardado a Tony,  mi lindo muñeco tuerto,
mi primer y gran amigo; al que solía contarle,
todas las tremendas “injustezas”, que los mayores me hacían.
También se hace sentir aquí, más a menudo que nadie,
 mi Abuela, con sus consejos, que yo no quería oír,
porque los daba peleando y no le gustaba besar,
y que ahora tanto aprecio porque tenía razón;
 y como bastón me han servido, cual mano que me levanta,
cuando me pierdo en las tardes, de bosques sin esperanza.
.
Dejen tranquila mi mente no me la dejaré cambiar.
Ahí se cuecen callados todos esos pensamientos míos (los derechos y los torcidos)
con los que voy esculpiendo con poca y santa paciencia y laboriosidad de hormiga,
 todos aquellos pedazos que conforman mi persona,
y que muchas veces, con esa frustración del artista que busca la perfección;
 al revisar su obra casi a punto de acabar,
se percata de que en aquel costado donde se expresaba el alma,
 hay un error garrafal que no puede remediar,
y con voluntad de mármol  va deshaciéndolo  todo, para empezar otra vez,
 hasta que encuentre la alquimia de la proporción exacta,
con que se fabrican las perlas que ensartan toda una Vida.
Dejen tranquila mi mente, no la pueden entender,
 ustedes sólo comprenden, lo que les llena la bolsa.
Reconozco que a tantos años, de multiplicar costillas,
no debe parecer muy serio contonearse al hula‐hula,
y  mucho que menos sano, que cuando los niños se bañan bajo la lluvia que cae,
mis ganas vayan tras ellos y quiera gritar y hasta despotricar igual,
 y decir a voz en cuello sin gota de sensatez,
fea y pesá y bueno y malo, y hasta abusador grandulón,
con esa espontaneidad inocente que se tiene en la niñez.
Incluso  no muy lejos,  ahora,  en un rincón callado de aquella esquina al tornar,
se encuentran todas las caritas, de mis niños-mascotas mimados,
 los que están y los que se fueron, la banda de mis vagabundos,
incondicional tribunal, que nunca juzgó mi juego,
 siguiendo todos mis pasos  siempre a mi vera estando,
 y  serán mi sombra eterna en cada reencarnación, que tengamos que afrontar,
 supliendo con tanto  amor,  toda  ternura olvidada.
Aunque  también a veces, los quisiera desheredar,
 porque todavía no digo,  nuestras secretas porfías
cuando no estamos de acuerdo en algún proyecto mío,
 que haga peligrar sus derechos.
Dejen mi mente tranquila, no me vengan a enredar,
con ella despierta dormida, todos los días del mundo,
voy a visitar mis duendes que viven en otros lares,
y son los reales coautores de toda mi creación como artista,
 (después de la mano de Dios).
Ahí, en esa mente mía, se pelean a contrarreloj,
 mis opiniones controvertidas de la justicia violada,
 mis mal vividas pesadillas de los golpes recibidos
 y del sufrido atropello, tratando de sepultar mi voz
que aúlla por Libertad y Respeto a mis derechos;
por lo que ahora amenazan, con encierros manipulados,
en celdas de borrar ideas, como conocida tortura, con la venia del poder.
Por eso y por muchos otros,  es que a tantos, ando fija y me cuesta despegar;
es cuando la maldad me ronda y debo alejarla de mí.
Dejen tranquila mi mente, dejen ya de fastidiar,
con esa facha  torcida, no me la van a cambiar,
por más que cuestionen mi vida y mi toma de decisiones,
siempre regresaré a la fuente que logra calmar mi sed,
donde andan libres mis sueños con su pizca de Utopía,
y algún que otro impulsivo verso, que habla de mi rebeldía.
Tan obstinada se torna a veces,  esa, la mente mía,
que no cede a doblar la cerviz, que por tiempos el dinero inclina,
 ni permite  que le dañen con influencias manidas,
todo aquello de los valores que con celo y mucha maña,
 tengo escondido en mi nuca;
 aunque el precio de tal tesoro que golosa  a mi cueva llevo,
sea  el hambre y la miseria; la soledad, y el miedo.
Dejen tranquila mi mente, ella está bien así como es,
a mí que la llevo cargada no sé ni por cuántos años, no me molesta su estilo,
 ese peso sólo lo llevan todos esos envidiosos, que anhelan siempre lo ajeno,
 más bien me ufana de lo diverso, ser portadora de regalo tal.
Comprendo que no debe ser muy fácil, montarse en mi caravana
 y tratar de rastrear mis sendas,
 sin perder la orientación  del mapa que los conduzca  al sitio,
dónde entierro los tesoros de mis preclaras  ideas, no declaradas aún.
 También por esa mi mente de sueños,
andan vagando en las noches, todos mis grandes amores,
aquellos de ojos cuajados que me colgaban flotando como niña enamorada,
con los que largas jornadas de sábanas afiebradas y tremebundas  pasiones,
hace un rato destejí, tratando con ese hilo de  hacer puntos versados,
que todavía andan sueltos.
Dejen tranquila mi mente, déjenla ya por favor, no la podrán restaurar,
no está rota y a mí me funciona perfecta, conmigo trabaja muy bien.
Está bien de acuerdo lo admito, me rindo,
 TENGO UN SECRETO COSIDO DENTRO DE MI FALDA
Confieso, reconozco de LOCURA ser sospechosa,
de ser demasiado intensa o diferentemente diversa
y de no caminar derecho por los caminos trillados,
saltando siempre la valla que quiera cerrar mis pasos,
o intente poner candados a lo mío, por decretado destino.
…Debe ser una secuela que me dejó aquel  golpe en la cabeza,
que me di una bella mañana, cuando me empiné alelada
 en una nube de las que ando montada,
para tratar de alcanzar, aquel beso brillante de Dios.
                                                Ana

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