Para la música, la década de los 60s a los 70s fue la década prodigiosa, pero para la libertad de expresión en Cuba esta fue la década histórica de la pérdida del derecho a la libertad de expresión y de opinión de los cubanos…para siempre.
Estoy segura de que una gran mayoría recordará esta frase memorable que se repitió casi constantemente como un ritornelo hasta el cansancio y que debía estar en el “Museo de la Revolución” por su aporte negativo e indiscutible, al desastre económico que hoy nos inunda.
“El cliente siempre tiene la razón…siempre y cuando no ataque a la Revolución”
Esta frase se encontraba en todas partes en Cuba, como anuncio publicitario de la “ideología revolucionaria”, la encontrabas en periódicos, revistas, comercios y hasta en una pared escrito con pintura ¿de labios? del más deteriorado baño público.
Por intereses conocidos abarcaba bastante más allá que a un simple cliente. En esa bolsa entraba cualquier expresión, no conveniente o fuera…peligrosa.
Bastaba que “sin querer” hicieras cualquier crítica o reclamación ante un mal servicio recibido acompañado de alguna inevitable comparación de lo que habías conocido por años como bueno, correcto o adecuado, pero que se pareciera a modo de producción “Capitalista” para que casi inmediatamente y sin derecho a réplica, fueras a parar al banquillo de los acusados por burgués con graves “debilidades ideológicas”.
Si tú no sonabas a proletario, proletariado, compañero, camarada y koljoz y hasta a modo de producción “Socialista” de Lenin o Stalin, estabas perdido.
Esto según el caso y el receptor, podía convertirse en un problema muy serio para tu ya lastimada economía y estabilidad familiar, al provocar incluso, hasta la pérdida de tu trabajo.
Y ese fue el momento, el instante histórico, en que el cubano tan hablantín de siempre, tan acostumbrado a decir sin tapujos lo que creía u opinaba verdaderamente de algo, donde fuera y a quien fuera, perdió algo tan esencial para considerarse un ciudadano libre que vive en Democracia , poder decir lo que pensaba, sin miedo a represalia alguna.
Muy tristemente, se produjo ese efecto típico de las tiranías, de las dictaduras, en el pueblo cubano, el que con honrosas excepciones por supuesto, como un lógico mecanismo de defensa…se quedo mudo, muchos años…por pánico.
Surge así como consecuencia indisoluble ¡“El cubano del futuro comunista, su hombre nuevo…de doble moral! Así llegamos al aquí y ahora, donde ocurren cosas como estas (por poner sólo unos ínfimos ejemplos) y… Silencio.
Por estos días…, mi Agencia artística “Actuar”, además de haber decidido censurarme por “mis opiniones” y no permitirme el derecho ganado por 40 años a TRABAJAR, me acaba de notificar , en la persona de su Director, que no me podrán pagar más un subsidio de $204. MN que después de ajustes se convertiría en $145. MN.
Estoy por mi cuenta aunque siga en nómina. Ellos no me botan. ¡No, qué va! (“¡Nadie será desprotegido!”)
Por estos días…, en la pescadería de J y 9 en el Vedado, luego de un buen día descubrir que las sardinas baratas que comprábamos “los gateros” del barrio y que se vendían en cajas de camarones que parece iban recolectando de cuando vendían camarones, las cuales al estar húmedas, hacían que las sardinas pesaran media libra más de lo que debían y por tanto aumentaban el precio real.
Al manifestarlo a un empleado me respondió sin sonrojo que esa era su ganancia. (“¡El hombre del siglo 21!”)
¿La respuesta sutil del enterado Administrador? Declararme persona “non grata” y robarme sin pudor, cada vez que intento comprar ahí. Para que no vaya más y así ocultar su suciedad, para lo cual también pone letreros de ¡Viva la Revolución! ¡Abajo los mercenarios! ¡Viva Fidel! Y todo lo que encuentra con su típica doble o tríptica moral (¡Seremos como el Che!)
Por estos días…, los enviados de debajo de mi casa, informantes de La rata Durán (DTI) no me quitan el dedo “misteriosamente” me dejan sin agua, cerrándome la llave de paso en la azotea y como lo resuelvo “pacientemente” abriéndola de nuevo, le arrancaron la manija, matan mis gatos y me hacen la vida “más” miserable en este país. (¡Que se vaya la escoria!) ¿Recuerdan?
¿La policía? (PNR) me ha prohibido hacer denuncias y si las hago las archivan o desaparecen. Tengo prohibido ir a estas unidades y cuando insisto he salido golpeada y encerrada en calabozo. Dirigí una carta (porque no digan) al Coronel Frank Jefe de la PNR del Municipio Plaza, para ver si de lejos se respetaban y actuaban pero…nada. (“Fuera de la Revolución… ¡Nada!”)
Por estos días…, después de pagarel año de la revista Bohemia a la que supuestamente estaba suscrita, me acaban de anunciar que me retirarán el servicio, porque me quejé de no recibir 6 revistas por casi tres meses y advertí e hice queja al Ministerio de Comunicaciones. Ahora mi contrato no aparece y aunque tengo los comprobantes de pago, eso no parece importar a los corruptos…No responden. “¡En la guerra como en la paz, mantendremos las comunicaciones!”
Por estos días…y así todos los días tratando de “hacerte paranoica” todo el abuso concentrado en un nombre híbrido y maloliente de tanta putrefacta manipulación, “Revolución”
¿No es hora ya de que cese TANTA injusticia, estafa y abuso de poder por parte de los corruptos, incluidos los “funcionarios” del gobierno, al pueblo, por mucho que paguen o crean pagar a quienes los protegen? “… ¡Cambiar todo lo que debe ser cambiado!”
El Presidente de Cuba, Raúl Castro ha prometido al pueblo en varias ocasiones, que no descansará antes de su retiro anunciado, en la lucha contra la corrupción en el país, muestra de ello parece ser una nueva entidad recién creada y publicada por un DECRETO del Consejo de Estado que ha visto la luz en la Gaceta Oficial el mes de marzo/2013.
Ha sido anunciada la designación de la Comisión Estatal de Control (CEC) la que velará por “ilegalidades, presuntos hechos delictivos y de corrupción, para profundizar en las deficiencias detectadas, los modos de operar, características, causas y condiciones de los efectos producidos”. Este organismo será presidido a nivel nacional por la Contralora General, Gladys Bejerano.
Pienso que casos como el mío y el de muchos cubanos de a pie, serían interesantes para la CEC y la Contraloría de la República, si es que nos toca ese nivel o como es habitual, se nos ignora por… las manchas del sol.
Realmente mi decepción es demasiado profunda, da miedo salir a la calle en la Cuba actual, si la decencia, la honra y el respeto por ti mismo te importan todavía.
No creo que ningún “Organismo” resuelva “por decreto” lo que llevó décadas destruir, no hay antídoto, sólo un cambio radical de dirección y mucho tiempo de por medio para sanarse… el que pueda.
Aunque quizá si miraran a los ojos y escucharan sea cual sea la opinión y venga de quién y dónde venga…nunca se sabe de quién se aprende, ¡prueben! ¡Atrévanse!
Por lo pronto, trataré de defenderme como pueda, con lo que tengo a mi único nivel, la razón, la verdad y a Dios.
Y hablando como los locos, ¿quién “Contrala” a la Contraloría?
analuisa.rubio@yahoo.com