Aramusa28

Sobre Arte y algunas de sus manifestaciones

Archivar para el mes “marzo, 2015”

HABLAR CUBANO

MANGO

Es como si te hubiera dado un ataque de Alzheimer prematuro

Las palabras no te suenan, han perdido su música de Café con Ron, extraviaron su ritmo de Guaguancó y Son y hasta a tu particular Inglés “chapurreao” de las canciones de los Beatles de tu adolescencia no le queda claro si Tom is a Boy o is a girl.

No logras identificarlas correctamente, estáticas, mudas, desabridas, sin sal de marea cubana. ¿Eh?  ¿Qué dicen? ¡La debacle Universal!

El caos de palabras inconexas en tu cabeza te producen una sensación de vértigo injusto, de confusión clandestina, luego de un mazazo recibido en la cabeza cuando un ladrón te robó tu suelo, la tierra conque ensuciaste tus pies descalzos el día que te soltaron a gatear por primera vez y  donde sembraste tu primera mata de Rosas.

Todo te parece un ¨Performance¨ satírico, una caricatura del lenguaje que te regaló tu madre como herencia orgullosa, como tesoro que te fue  ofrendado por tus ancestros para recordarte en tus cantos de niña,  de dónde vienes y a dónde iras con tus palabras maduras cuando decidas crecer.

Te ves de pronto, por cortesía o necesidad, balbuceando palabras que no son tuyas aunque sean buenas e importantes. Palabras que danzan con el Twist que te hace tropezar y caer por no “practicing” y por el que te levantas un poco acoquinada pero dispuesta a ser «able to».

Palabras que “sin desdorar los presentes” son profundas y sabias pero no riman en tu poesía y no sabes cómo encajar en tus metaforas por mucho que te esfuerces ni cómo pronunciar sin que por allá atrás se levante socarronamente una mano mestiza  y diga… Pa’cá.

Hablar CUBANO señores es lo mejor del mundo, es la más grande terapia antidepresiva que puedan inventar, pero me refiero a hablarlo de verdad, con ese vicio inmundo de relajar el alma con un café, si hay, o igual un té si no hay «también» y perder el tiempo sin sentir pena por ello, porque para nosotros es así, natural, así somos y “no lo hacemos por malo”

Hablo del CUBANO casi bastardo sin llegar a serlo, semánticamente hablando, descendiente del original y respetable de la Real Academia Española. No digo del hablar CUBANO chabacán o charlatán, asesino de la coherencia del buen decir, el cual impide la comunicación decente que une a la gente en la palabra de comprensión y amistad.

Hablo del verbo que brota de un corazón abierto ante las diferencias con lo que se opone, con lo que contradice para avanzar, para superarse en la evolución inevitable hacia nuevos caminos de luz y esperanza.

Hablar CUBANO es,  en fin, es como comerse un mango manzano auténtico, “orgánico”, de esos cuyo aroma de dulzura te puede causar una aferesía  diabética de tanto éxtasis cuando lo sientes desparramarse indisciplinadamente por todas las áreas de tu boca y tu cara y resbalar por tus manos hacia tus codos que gotean en un goce de lo  suculento, con un ansia lasciva en  la degustación, en el  libar de un manjar casi prohibido por la violación irreverente de las  reglas formales y arcaicas de la buena mesa.

Hablar CUBANO, es la letra sonora que se realiza, que vibra, que triunfa en el consenso del  Respeto a los derechos incrustados en cada gen del  ser y dados como regalo divino para  expresarlos  en un único entorno; el de la Paz y el  Amor que se derivan de la Libertad.

Hablar CUBANO para un «cubano», es esencial, tan sencillo en lo cotidiano,  pero tan doloroso en lo lejano.

analuisa.rubio@yahoo.com

8 de marzo de 2015

 

 

 

 

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