PRIMO BAILARÍN ABSOLUTO
En tu punta, en tu punta,
¡tan grandioso!
en tu punta, prepotente,
¡y tan alto y tan alto!
(en tu punta) que no ves;
en tu punta, en tu punta,
la corona ya oxidada
en tu torre que se cae.
En tu punta, en tu punta,
y tan bajo y tan bajo,
sobresales por defecto
en tu punta de ciempiés.
En tu punta, en tu punta,
ya tu mito nadie cree,
y te quedas olvidado
en tu punta, en tu altura,
en tu punta, en tu vejez.
En tu punta, en tu punta,
no convence ya tu danza,
cisne blanco ya sin alas;
¡y tan alto, y tan alto!
que en tu espejo no te ves.
En tu punta, en tu punta,
tu auditorio ya no aplaude
tus perfectas variaciones,
y tan bajo, y tan bajo,
(en tu punta) ¡un traspiés!
En tu punta, en tu punta,
tus olivos se marchitan
en tus pasos ya tan torpes,
en tu punta que se fue.
En tu punta, en tu punta,
¡y tan alto, y tan alto!
Cisne negro que no muere,
en la punta de tu alma,
en la punta de tus pies;
ya es la hora de que gires,
¡AL REVÉS!
analuisa.rubio@yahoo.com
25 de agosto de 2016