SIN TROPIEZO

UÑAS DÉBILES

MURMURACIONES

LÁGRIMAS DE COCODRILO

OBSERVAR

FALSEDAD

ENGENDRO

BURBUJA ÁCROMA

Iba sosegada a la vez que ajena, como si anduviera flotando dentro de una burbuja antigua. Era como si caminara en una invisible distonía, entre seres que discurrían por mis laterales en búsqueda de una esperanza que zigzagueante, se resbalaba burlona entre pretextos de lo inalcanzable e inverosímil.

Algo como un aliento vivo se arrimó a mi sombra para despertarla de lo cotidianamente aburrido y me narró a mi misma en un evento que yo ansiaba despegar, como en un asombro de lo exacerbado por otras lenguas caracolas que llevan lo exacto a su talla extra.

Su rostro de juventud sin maceraciones inesperadas, sana en lo tortuoso, me sonreía vacíamente en un intento de contacto aprobatorio y complicidad ilegal. Mi rastro comenzó a escaparse de tanta vaguedad etiquetada, de tanto vicio de lo inútil.

Ya yo no escuchaba lo obtuso de su simplicidad, lo tonto de un ingenio ausente, de un cuerpo inexplicablemente vagando por el París del Mouline Rouge, de la Piaf enlutada, cuando su voz atónica e inconforme dejó correr sonidos coterráneos pero extraños en su fónica calamitosa.

̶̶̶ Pero es que en París soy extranjero– susurró una injusticia

̶ Aquí en Cuba lo somos todos, los que opinamos diferente ̶  suspiré en un grito

Y se perdió en un nudo enmarañado de entes que tropezaban sin dirección, ciegos de pupilas transversales, llevando en sus manos corazones padecidos de hoyos negros, pulsando por volver a su montaña.

Y me seguí evadiendo, danzando en mi burbuja lacrimosa ahora en semitonos acromáticos calle abajo, como quien boquea una mañana enarmónica, en un ligero vilo de un viaje de ola salvadora…«Non, je ne regrette rien»…

analuisa.rubio@yahoo.com

2 de noviembre de 2013

PRIMO BAILARÍN ABSOLUTO

En tu punta, en tu punta,

¡tan grandioso!

en tu punta, prepotente,

¡y tan alto y tan alto!
(en tu punta) que no ves;

en tu punta, en tu punta,

la corona ya oxidada

en tu torre que se cae.

En tu punta, en tu punta,

y tan bajo y tan bajo,

sobresales por defecto

en tu punta de ciempiés.

En tu punta, en tu punta,

ya tu mito nadie cree,

y te quedas olvidado

en tu punta, en tu altura,

en tu punta, en tu vejez.

En tu punta, en tu punta,

no convence ya tu danza,

cisne blanco ya sin alas;

¡y tan alto, y tan alto!

que en tu espejo no te ves.

En tu punta, en tu punta,

tu auditorio ya no aplaude

tus perfectas variaciones,

y tan bajo, y tan bajo,

(en tu punta) ¡un traspiés!

En tu punta, en tu punta,

tus olivos se marchitan

en tus pasos ya tan torpes,

en tu punta que se fue.

En tu punta, en tu punta,

¡y tan alto, y tan alto!

Cisne negro que no muere,

en la punta de tu alma,

en la punta de tus pies;

ya es la hora de que gires,

¡AL  REVÉS!

analuisa.rubio@yahoo.com

25 de agosto  de 2016

REPOSO