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Sobre Arte y algunas de sus manifestaciones

A LA DIVA DE LAS TABLAS CUBANAS: ALINA RODRIGUEZ

alina foto

No podía expresarlo, aún estoy en shock.

Me parece que fue el otro día cuando por última vez vi a Alina Rodríguez.

Nunca fuimos íntimas, pero siempre nos unió ese lazo invisible que acordona a muchos individuos que comparten el mismo gremio, el de los actores, esos que  somos «algo bastante» emocionales. Creo que  siempre existió entre nosotras una empatía inexplicable y  no recuerdo si alguna vez logré decirle con las palabras precisas, pero la admiraba, y mucho.

Siempre me hacía feliz ver como alguno de nosotros, a pesar de los pesares, lograba ,sin trampas,  sin rendir tributo a los poderosos, ni bajar la cabeza, ir más allá de sus sueños, vistiendo un solo manto, su talento. Alina perteneció a ese grupo, todo su éxito se basó en su enorme talento y la  autenticidad de su alma.

Durante un buen espacio de tiempo fuimos vecinas en la época que ella vivía en la calle 19 del Vedado habanero y yo en la calle 21 de la misma área.

De vez en vez nos encontrábamos en los trajines de la rutina diaria en Cuba, en eso que le llamamos nosotros “la resolvedera ” del pan nuestro de cada día. También nos intercambiábamos en tiempo récord, ya que siempre andábamos de prisa  las dos,  alguna que otra dirección de una permuta (cambio de una vivienda por otra en Cuba con características muy particulares dadas las “particulares” leyes del país) que ambas tratábamos de “resolver”

Quizá lo que más me gustaba de su personalidad, además de su emanación, sin proponerselo, de gran actriz de carácter que tanto demostró, era esa sonrisa abierta, de gente sencilla y limpia rematada con una chispa pícara casi de complicidad conque siempre me saludaba, convirtiendo para mi cada encuentro con ella en una inyección de calidez humana y solidaridad sin palabras, en una época que ya se me iba tornando bien difícil.

Un buen día deje de verla, me preguntaba si habría»resuelto». Un día, alguien me reveló que finalmente había logrado su objetivo de “permutar” y que estaba feliz pues tenía un mayor espacio, incluso para dividir y darle un apartamento a su hijo que tanto amaba y centro de todos sus desvelos y para el que arañaba la tierra si era necesario, como tuvo que hacer literalmente, para convertir su nueva vivienda en la casita de hadas que más tarde sería, a puro sacrificio, y dejar de … que es como la mayoría de los artistas en Cuba han logrado tener algo decoroso, sin corromperse, ni ayuda externa.

Misteriosamente, no mucho más allá en el tiempo, yo me mudaba para casi la misma área que ella tenía ahora y  de nuevo y aproximadamente a la misma distancia en que habíamos vivido anteriormente. ¿Casualidad?

Corría el año 2008, aunque no recuerdo bien la fecha exacta, cuando me la encontré por fin un domingo en la mañana, caminando como aturdida o como alguien que está bajo una presión que la atormenta. Estaba sudada y llevaba ese tipo de ropa de campaña que usamos en Cuba, los de a pie, cuando vamos en son de “guerrilla”, o sea a “luchar”  algo bien difícil de obtener.

No obstante con esa facilidad camaleónica que poseemos  muchos actores y en especial ella en su natural versatilidad, al verme acercar, desplegó sin pestañear, aún ante mí, todo su encanto histriónico y toda la espontaneidad que la caracterizaba iluminándome con su linda sonrisa  al tiempo que me decía:

— Qué tal Ana Luisa!  Ay, qué bueno que te veo mi amiga! Ven acá  Ana y disculpa vieja, me da tremenda pena pero estoy desesperada con esto, tengo que resolverlo hoy, ¡ya no puedo más con esta locura! – Mi amiga, como tú construiste también, ¿tú tendrás, por casualidad,  un tablón de… (y ahí mismo me dio la explicación con todos los detalles y medidas de albañil calificado)? —Chica, es que «quiero fundir una cosita ahí» y me hace falta…

Fuimos para mi casa, revolcamos todo lo que me había quedado de una batalla constructiva que por poco me cuesta la vida, y de donde me había a quedado la secuela de adicción de guardar hasta un tornillo que me encontrara en la calle, pues después “no hay”, pero lamentablemente no pude hallar lo que ella necesitaba, no la pude servir.

Cuando se fue al rato, pues lógicamente andaba apurada, me quedé con un sentimiento de infinita tristeza, de frustración ante lo habitual, por no poder ayudarla pero más que eso, por ver  a una actriz como ella, una Diva de las tablas cubanas, una personalidad de la UNEAC, conocida ya internacionalmente, un domingo, desandando las calles “a pie”, por una mísera tabla que no tenía, para arreglar no una mansión en Beverly Hill, sino una simple casita destartalada inicialmente y que convirtió en esa casita de hadas a pura  voluntad, a puro coraje, como el que derrochó en su memorable interpretación  de Lala en la novela de TV “Tierra Brava”.

Los sentimientos o emociones conque un actor viste la piel  y el alma de sus personajes, si es buen actor, sólo si es buen actor, le salen de las entrañas y son de cuna, esos no se improvisan.

Pasados unos meses, me la reencontré una tarde regando su jardín, el cual mágicamente en tan poco tiempo, con su «dedo verde» como otro talento añadido que Dios le regaló, había logrado hacer florecer a la entrada de su “mansión”. Estaba feliz, y orgullosa de sí cuando me mostró «lo logrado» como decimos allá “a Pepe”.

Lo que más asombraba era la solución creativa dada a los diversos espacios, como también cada detalle  decorativo casi dibujado por su mano de artista para todo, al hacer del rincón de sus sueños, un lugar especialmente acogedor y con voz propia. Compartimos un café delicioso hecho por ella y charlamos largamente como nunca antes ni después. Nunca olvidaré esa tarde.

Luego… luego mi vida cambió, me atreví a hacer lo prohibido en mi país, pensar diferente, y  a pesar de que  yo tenía que pasar por su casa en algunos de mis recorridos,  lo evadía  intencionalmente, pues no quería de ninguna manera ponerla en una situación “incómoda”. Nunca hablamos de política. Nos respetábamos.

Una tarde sin embargo, me tomó por sorpresa su singular sonrisa frente a mi  pues casi chocamos ya que ese día, era yo la que caminaba aturdida y abstraída en mis pensamientos. Eran los días cercanos a mi partida.

— Qué tal Ana! ¿Qué te pasa?, te veo atormentada y como ida.

Le dije sin decir y me apresuré en la despedida, no quería comprometerla y cuando apenas había dado unos pasos, me viré y esforzándome en sonreir le dije — ¡Adios luchadora!

Ella mirándome como con un ligero dejo de tristeza apenas oculto. me respondió:

— ¿Luchadora yo? ¡Luchadora tú y valiente! Y volví a ver esa chispa cómplice en su mirada a la vez que movía su mano en una suave despedida. Le iba a responder la broma, pero sentí de pronto una opresión inexplicable en el pecho que no me lo permitió. Sin saberlo ninguna de las dos, esa fue nuestra sencilla despedida.

Ayer supe la noticia. La evoqué de regreso allí, sonriéndome y despidiéndose como siempre con su mano sincera, pero esta vez, sí alcancé a responder lo que antes no había sabido o podido expresar.

Hasta pronto amiga! ¡Hasta pronto Constructora de arte! ¡Hasta pronto Luchadora de sueños!

¡Hasta pronto Diva, Maestra, buena madre, maravillosa persona!

Conociendo tu maestría histriónica, no dudo que con esas cenizas tuyas que decidiste entregar a la dueña del mar, un día regreses a saludar a tus fans, convertida en una bella sirena

Harías feliz a muchos cubanos.

Que Dios te cuide.

Despedida a la destacada actriz Alina Ridríguez, en la costa cercana al Restaurante 1830, en el Vedado, La Haba, Cuba, el 28 de julio del 2015. AIN FOTO/Oriol de la Cruz ATENCIO/sdl

Despedida a la destacada actriz Alina Ridríguez, en la costa cercana al Restaurante 1830, en el Vedado, La Haba, Cuba, el 28 de julio del 2015. AIN FOTO/Oriol de la Cruz ATENCIO/sdl

analuisa.rubio@yahoo.com

7/30/2015

 

 

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2 pensamientos en “A LA DIVA DE LAS TABLAS CUBANAS: ALINA RODRIGUEZ

  1. Mercedes en dijo:

    Estimada Ana Luisa eres y seguirás siendo una gran actriz, pese a todos los inconvenientes por los que estás pasando. Alina Rodriguez una gran actriz también. Siempre las he admirado.

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  2. marioMoreno en dijo:

    huber matos resumio el momento en el cual nuestro pais comenzo a hundirse al decir «como llego la noche» y eso es lo que ha sido todo este episodio funesto en la historia de la nacion, pero la noche tendra que acabar.

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