Sr Presidente Raúl Castro, tengo dudas. Por favor, defina “Buscarse problemas”

Siempre oí decir a los adultos siendo niña, cuando en Cuba existían valores en la mayoría de los cubanos, hablo alrededor del 1ro de Enero de 1959 y al principio de los 60s que: “el respeto empieza por casa”.

Cuando no había tantos instruidos pero sí muchos “cultos espiritualmente”. Quizás alguien no sabía ni escribir su nombre o sumar dos más dos, pero ante cualquier duda de su persona te repetía con orgullo “Yo soy pobre, pero Honrado” y podías jurar que así era, porque además, ser mentiroso te costaba desde perder tu dinero porque dejabas de ser confiable y nadie te contrataba, hasta ser rechazado por todos.

Y se hizo… “La Revolución”… Y se empoderó la chusma.

Uno de los primeros valores que se perdieron, fue la Fe y con el mayor respeto a la diversidad que defiendo, creo que un hombre sin Fe verdadera en Dios, no la que se simula para lucrar o esconder algo, se vuelve peligroso, porque no tiene límites ni nadie “honorable” a quien rendir cuentas. Pierde la “conciencia” y con ella, la vergüenza.

Yo misma fui expulsada de mi escuela de Actuación en el ICRT en el año 1970, por sospechosa, por haber dicho en la famosa entrevista de “cuéntame tu vida” para entrar a trabajar,”Creo en Dios” (lo que nunca negaré, aunque me maten el cuerpo.) Fui restituida por ser conocida de un poderoso “por mi cara linda”. Era el plan de Dios para lograr lo que era mi destino, ser actriz, lo que ahora ustedes Sr. Presidente, me han quitado nuevamente, censurándome “por buscarme problemas “diciendo la Verdad. Dios sabrá.

A partir de ese momento en mi vida (era muy joven) me formé un lío en mi cabeza con relación al concepto de la palabra “Verdad”, tenía dos opciones, primero, convertirme en lo que es hoy el cubano común en su mayoría, con excepciones, “gracias a Dios”; un engendro de doble moral, vulgar, y soez en general,  que sobrevive y escala,   con miedo a represalias o segundo, buscarme problemas y ser honesta diciendo lo que era cierto y justo.

Decidí lo segundo. Me convertí en un ser muy, muy “conflictivo” y “loca” (sofisma que han sabido penetrar donde quiera que me muevo, sus fuerzas ocultas y que se ha utilizado según la conveniencia de cada cual). Tengo una personalidad marcada y complicada como muchos artistas del mundo, tengo los nervios como un puerco espín, pero según los especialistas no aplico para loca.

Recuerdo la huelga de brazos cruzados, o sea, no trabajar teniendo muchos programas ese día en Radio Progreso como protagonista, porque no querían darnos la “tarjeta de comedor” (los corruptos las vendían a gente de la calle) a los que nos pasábamos el día literalmente en la emisora trabajando como esclavos por un mísero salario, en pleno período especial (año 98) sin tener donde comer nada en absoluto y los bebederos no funcionaban (a veces tampoco el aire acondicionado en los estudios) ¿Y el Partido? ¿Y la Administración? ¿Y el Sindicato? ¿Y, y, y?

Me ofrecieron darme sólo la tarjeta mía para que me callara y no acepté sino era para todos. Después todos se retractaron pero yo me mantuve en mis trece. Supe que posteriormente, se las dieron a los demás. Yo estuve más de un año sin trabajo y sólo recuerdan, los que recuerdan, que soy “muy conflictiva” y…

Para colmo de conflictivismo, años después en un personaje muy carismático que hacía en la radio, La Sijúa, una mendiga, loca, de antes del 1959 y por el que fui nominada a los Caricatos del 2008, se me ocurrió en una improvisación decir la famosa frase “Hay que tener fe…que todo llegaaaa”  Olvídese del Caricato (que modestia aparte y por mayoría, era mío) Buscarse problemas … ¡schits!

Realmente hay que estar loco, para decir lo que piensas u opinas en Cuba, sin buscarte graves problemas. Como decía tristemente un personaje que conocí, “en Cuba sólo se puede mal vivir, loco o borracho”.

Para aquellos que padecen la enfermedad del Anticivismo de la Antihonradez, del Antidecoro y la Antidescencia los que nos atrevemos a decir la Verdad a quien sea, aún a los que dicen ser amigos, estamos locos o prestados o somos mercenarios del Imperialismo yanqui. Muy conveniente. ¡Cómo los han salvado de su corrupción muchas veces, las palabras, espía, “Imperialismo Yanqui y Bloqueo”!

Debajo de qué piedra metieron la cabeza, durante tantos años los que,ahora, en la TV “respondiendo al llamado de la patria” van a a buscarse problemas. ¿Hasta que lineamiento? ¿Hay algún chiste de mal gusto que no capto?

¿Qué es entonces lo que han venido haciendo los disidentes, los opositores cubanos dignos, sino buscarse problemas Graves, desde muchos años ha, sólo por tratar de que Cuba sea de todos y para el bien de todos?  Una Cuba mejor, próspera, inclusiva, donde no se te juzgue por el color de tus ideas, donde se respeten los Derechos Humanos y exista una Constitución neutral e independiente y sin afiliación política.

Recuerde Sr. Presidente, el respeto y no el miedo empiezan por casa.

Estoy segura de que «todavía» hay muchos cubanos respetables, talentosos y muy valiosos para la patria , me consta, pero los vence el miedo. El miedo es humano.

¿Quiere que le diga algo? Los únicos que le dirán hasta el fondo, la verdad que usted necesita oír desesperadamente para salvar la Patria y no su Gobierno, son esos disidentes, los reales, porque son los únicos que lo perdieron todo en este país, menos sus valores. ¿Qué otra cosa les puede hacer o quitar? ¿El miedo? También lo perdieron.

Aquí, aterrada, estoy yo…lo que han dejado de mí… tal vez pueda increíblemente sobrevivir con eso.

Lo que no puedo, es vivir en silencio ante la Injusticia, por no buscarme problemas.

Es mi naturaleza…y mis valores.

analuisa.rubio@yahoo.com 13/07/13

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